Y ha pasado un año más y algunas personas están ahí, en el mismo lugar.
¿Cuánta energía se pone en los últimos 10 segundos para llegar a la medianoche?
Parece que estos segundos cambiarán tu vida mágicamente, un milagro.
Cuando llega el nuevo año te das cuenta de que nada ha cambiado. El entusiasmo del paso pasa y la vida vuelve a la “normalidad”.
¿Qué tal hacerlo de manera diferente?
La vida no sucede sin acción. Tu actitud puede cambiar el juego.
Empieza por las cosas más sencillas, el cuidado personal, por ejemplo:
¿Qué tal amarte más a ti mismo y ver que tu cuerpo es un santuario sagrado?
No te estoy animando a que hagas dietas locas, sólo mírate a ti mismo con la misma mirada que tienes hacia otras personas; aviso:
Piensa en la persona que más amas.
Ahora piensa en ti mismo.
¿En qué situación vibró más tu cuerpo?
Cambia la ruta, hazlo diferente, sé la diferencia.
Si tienes miedo, ve con miedo y comprueba que eres más grande que tus miedos.
Ve a terapia y sana tu pasado.
¿No te gusta lo que haces?
Programa tu vida para mejorar tu actividad, o si es posible cambia de actividad.
No olvides que puedes marcar la diferencia dondequiera que trabajes, sea lo que sea, ser el mejor.
¿Quieres pertenecer a un nuevo grupo de personas?
Vuélvete interesante, aprende, lee.
Hay muchas personas que dan consejos de lectura.
Aprende un idioma, haz crucigramas, estudia tu país, descubre dónde vives.
¿No te gusta tu cuerpo?
Cambiar. En tu estilo de vida, en tu condición financiera, incluye en tu rutina cosas que puedan mejorar tu cuerpo; Pero no olvides que la salud va más allá de un cuerpo “hermoso”.
Y hablando de salud, cuida la tuya, no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí.
VIVE LA VIDA, porque sabemos que moriremos, y al final podremos decir: Hice lo mejor que pude, viví.
Por favor, no esperes a Nochevieja para vivir 10 segundos de magia, eso no es suficiente para toda la vida.
No pongas excusas para no lograrlo.
Y antes que nada, no te mientas a ti mismo.