"Como Prevenir Doenças Respiratórias, Otites e IVAS?"- Dr. José Roberto Lutti.

"¿Cómo Prevenir Enfermedades Respiratorias, Otitis y IRA?" - Dr. José Roberto Lutti.

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Las enfermedades respiratorias se pueden clasificar en infecciones de las vías respiratorias superiores (nasofaringitis, laringitis, epiglotitis, sinusitis, otitis) o infecciones de las vías respiratorias inferiores. Sus principales manifestaciones clínicas son:

  • Tos;
  • Dificultad para respirar;
  • Dolor de garganta;
  • Congestión nasal;
  • Rinorrea y otalgia.

La infección aguda de las vías respiratorias superiores (IRAS) es la enfermedad más común en los niños y puede ocurrir, en promedio, cinco episodios durante el primer año de vida. La gran mayoría son virales y pueden desencadenar infecciones bacterianas mediante la producción local de mediadores inflamatorios.

La infección viral causa inflamación de la rinofaringe y el tubo auditivo y un aumento de la colonización y adherencia de patógenos a la mucosa local. La disfunción/obstrucción tubárica y la presión negativa generada facilitan la entrada de patógenos desde la nasofaringe al oído medio, provocando otitis media aguda. Algunos virus alteran los microtúbulos de las células ciliadas, provocando un aumento de la viscosidad del moco y dificultando el transporte mucociliar, favoreciendo la acumulación de secreción en los senos paranasales: rinosinusitis.

Así, la prevención de estas enfermedades se basa tanto en reducir la incidencia de infecciones de las vías respiratorias superiores como en reducir la colonización nasofaríngea por sus patógenos.

Entre las medidas de prevención podemos destacar:

1. Higiene de manos

La transmisión viral a través del contacto de mano a mano parece ser muy eficaz. Las personas también pueden infectarse por contacto con una mano contaminada con secreción nasal. Por lo tanto, interrumpir el contacto directo en la transmisión viral presenta un objetivo potente de intervención.

2. Higiene ambiental

Los niños expuestos al polvo en sus hogares tienen un mayor número de infecciones del tracto respiratorio superior.

3. Soluciones salinas intranasales

El lavado nasal ayuda a limpiar la mucosidad nasal y las secreciones patológicas. También promueve una mejor función mucociliar y aumenta la aireación de la mucosa, reduciendo la inflamación local.

4. No exposición al humo

Se cree que el humo del cigarrillo daña la función mucociliar, alterando la competencia inmunológica del tracto respiratorio. La exposición al humo aumenta el riesgo de otitis media en un 277% y un 166% en presencia de una ubicación urbana y alergia, respectivamente. El número de recurrencias de otitis media está directamente relacionado con el número de cigarrillos fumados por los padres.

5. Lactancia materna

La lactancia materna exclusiva durante al menos tres meses reduce la incidencia de otitis en un 13% y durante los seis meses en un 50%, proporcionando así una medida protectora durante todo el primer año de vida. Alimentar lo más cerca posible de la posición sentada es un intento de reducir el reflujo, previniendo la otitis.

6. No usar chupetes

El uso de dispositivos como los chupetes induce una presión nociva en la nasofaringe, aumentando el reflujo de secreciones hacia el tubo auditivo, lo que se asocia con un mayor riesgo de otitis.

Los pediatras desempeñan un papel fundamental en la prevención de enfermedades respiratorias brindando orientación a los padres sobre los factores de riesgo, incentivando la lactancia materna y la vacunación de acuerdo con el calendario de vacunación vigente.

 

Escrito por el Dr. José Roberto Lutti Filho.

Especialista en Pediatría y Neonatología

(CRM: 108147-SP)

Ingresa a nuestro “Catálogo” para comprar tus vitaminas y sigue nuestro Instagram @lifestyle_unstoppable para obtener más consejos saludables para el día a día.
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Las enfermedades respiratorias se pueden clasificar en infecciones de las vías respiratorias superiores (nasofaringitis, laringitis, epiglotitis, sinusitis, otitis) o infecciones de las vías respiratorias inferiores.

Sus principales manifestaciones clínicas son:

  • Tos;
  • dificultad para respirar;
  • dolor de garganta;
  • Congestión nasal;
  • Rinorrea y otalgia.

La infección aguda de las vías respiratorias superiores (URI) es la enfermedad más común en los niños, con un promedio de cinco episodios durante el primer año de vida. La mayoría son virales y pueden desencadenar infecciones bacterianas mediante la producción local de mediadores inflamatorios.

La infección viral causa inflamación de la rinofaringe y la trompa de Eustaquio y un aumento de la colonización y adherencia de patógenos a la mucosa local. La disfunción/obstrucción de la trompa y la presión negativa generada facilitan la entrada de patógenos nasofaríngeos al oído medio, provocando otitis media aguda. Algunos virus rompen los microtúbulos de las células ciliadas, provocando un aumento de la viscosidad del moco y dificultando el transporte mucociliar, favoreciendo la acumulación de secreción en los senos paranasales: rinosinusitis.

Así, la prevención de estas enfermedades se basa tanto en reducir la incidencia de infecciones de las vías respiratorias superiores como en reducir la colonización nasofaríngea por sus patógenos.

Entre las medidas preventivas podemos destacar:

1. Higiene de manos

La transmisión viral por contacto de mano a mano parece ser muy eficaz. Las personas también pueden infectarse por el contacto con manos contaminadas con secreción nasal. Por tanto, la interrupción del contacto directo en la transmisión viral presenta un objetivo potencial de intervención.

2. Higiene ambiental

Los niños expuestos al polvo en sus hogares tienen un mayor número de infecciones de las vías respiratorias superiores.

3. Soluciones salinas intranasales

El lavado nasal favorece la limpieza de la mucosidad nasal y las secreciones patológicas. También favorece la mejora de la función mucociliar y aumenta la aireación de la mucosa, disminuyendo la inflamación local.

4. No exponerse al humo

Se supone que el humo del cigarrillo daña la función mucociliar, alterando la competencia inmunológica del tracto respiratorio. La exposición al humo aumenta el riesgo de otitis media en un 277% y un 166% en presencia, respectivamente, de ubicación urbana y alergia. El número de recurrencias de otitis media está directamente relacionado con la cantidad de cigarrillos fumados por los padres.

5. Lactancia

La lactancia materna exclusiva durante al menos tres meses reduce la incidencia de otitis en un 13% y durante los seis meses en un 50%, proporcionando así una medida protectora durante todo el primer año de vida. Alimentar lo más cerca posible de la posición sentada es un intento de reducir el reflujo, previniendo la otitis.

6. No uses chupetes

El uso de dispositivos como un chupete induce una presión dañina sobre la nasofaringe, aumentando el reflujo de sus secreciones hacia la trompa de Eustaquio, lo que se asocia con un mayor riesgo de otitis.

Los pediatras desempeñan un papel clave en la prevención de enfermedades respiratorias asesorando a los padres sobre los factores de riesgo, fomentando la lactancia materna y la vacunación según el calendario de vacunación vigente.

 

Escrito por el Dr. José Roberto Lutti Filho.

Especialista en Pediatría y Neonatología.

(CRM: 108147-SP)

Traducido por Equipo Imparable.

(Para dudas o sugerencias contacte al correo electrónico lifeunstoppable@gmail.com )

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Las enfermedades respiratorias se pueden clasificar en infecciones del tracto respiratorio superior (nasofaringitis, laringitis, epiglotitis, sinusitis, otitis) o infecciones del tracto respiratorio inferior. Sus principales manifestaciones clínicas son:

  • Sacudida;
  • Dificultad para respirar;
  • Dolor de garganta;
  • Congestión nasal;
  • Rinorrea y otalgia.

      La infección aguda del tracto respiratorio superior (URI) es la enfermedad más común en los niños, con un promedio de cinco episodios durante el primer año de vida. La mayoría son virales y pueden desencadenar infecciones bacterianas mediante la producción local de mediadores inflamatorios.

La infección viral causa inflamación de la rinofaringe y la trompa de Eustaquio y aumenta la colonización y adherencia de patógenos a la mucosa local. La disfunción/obstrucción del tubo y la presión negativa generada facilitan la entrada de patógenos nasofaríngeos al oído medio, provocando otitis media aguda. Algunos virus alteran los microtúbulos de las células ciliadas, provocando un aumento de la viscosidad del moco y dificultando el transporte mucociliar, favoreciendo la acumulación de secreción en los senos paranasales: rinosinusitis.

Por tanto, la prevención de estas enfermedades se basa tanto en la reducción de la incidencia de infecciones del tracto respiratorio superior como en la reducción de la colonización nasofaríngea por sus patógenos.

Entre las medidas preventivas podemos destacar:

1. Higiene de manos

La transmisión viral a través del contacto de mano a mano parece ser muy eficaz. Las personas también pueden infectarse por contacto con manos contaminadas con secreción nasal. Por lo tanto, interrumpir el contacto directo en la transmisión viral presenta un poderoso objetivo de intervención.

2. Higiene ambiental

Los niños expuestos al pulpo en sus hogares tienen un mayor número de infecciones del tracto respiratorio superior.

3. Soluciones salinas intranasales

El lavado nasal favorece la limpieza de mucosas nasales y secreciones patológicas. También favorece la mejora de la función mucociliar y aumenta la aireación de las mucosas, reduciendo la inflamación local.

4. No exponerse al humor

Se supone que el humo del cigarrillo daña la función mucociliar, alterando la competencia inmunológica del tracto respiratorio. La exposición a la humedad aumenta el riesgo de otitis media en un 277% y un 166% en presencia de zonas urbanas y alergias, respectivamente. El número de recurrencias de otitis media está directamente relacionado con el número de cigarrillos fumados por los sacerdotes.

5. Lactancia materna

La lactancia materna exclusiva durante al menos tres meses reduce la incidencia de otitis en un 13% y durante seis meses en un 50%, proporcionando así una medida protectora durante el primer año de vida. Alimentar lo más cerca posible de la posición sentada es un intento de reducir el reflujo, previniendo la otitis.

6. No uso chupetes

El uso de dispositivos como el chupete induce una presión dañina sobre la nasofaringe, aumentando el reflujo de sus secreciones hacia la trompa de Eustaquio, lo que se asocia con un mayor riesgo de otitis.

Los pediatras desempeñan un papel clave en la prevención de enfermedades respiratorias asesorando a los padres sobre los factores de riesgo, promoviendo la lactancia materna y vacunando según el calendario de vacunación vigente.

Escrito por el Dr. José Roberto Lutti Filho.

Especialista en Pediatría y Neonatología

(CRM: 108147-SP)

Traducido por Equipo Imparable.

(Para dudas o sugerencias, contactar por correo electrónico: estilo de vidaunstoppable@gmail.com )

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